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Faisán turmalinero
Los lynguros, aves platónikas similares al faisán blanco, destacan por el singular tocado que corona sus cabezas, que no se compone de plumas sino de turmalinas, gemas semipreciosas muy apreciadas por su variedad de colores. Vanidosos por naturaleza, es habitual ver a los lynguros pasear altivos por las praderas de Platonia, alardeando de sus enjoyadas crestas a falta de otras cualidades que exhibir.

Una vez al año, con la llegada del verano, los lynguros mudan su plumaje y, con él, pierden temporalmente su tocado; es entonces cuando los artesanos platónikos aprovechan para recoger las preciosas gemas que luego utilizarán en la elaboración de joyas y adornos.


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