Estamos acostumbrados a oír y leer acerca de las hazañas de los grandes exploradores; intrépidos viajeros que se han aventurado hasta los confines del mundo y más allá, escribiendo así las páginas de la historia de la humanidad… Pero hay unos exploradores que no suelen aparecer en los documentales ni en los libros de texto; viajeros de estar por casa que, sin más equipaje que su curiosidad, en sus expediciones de descubrimiento se sumergen en la vida interior de las cosas: en Platonia los llamamos «exploradores de lo pequeño«.
Como el Palomar de Calvino, los exploradores de lo pequeño emprenden un viaje de exploración hacia afuera y hacia adentro a la vez, observando el mundo que les rodea y su propio lugar en él. Y descubren que no hay un mundo más mágico que el real.
Preciosa foto del mundo mágico y real. Y encantador texto.
Gracias César! Sin duda, formas parte del honorable gremio de exploradores de lo pequeño ;-)