La achibrinia es el equivalente platóniko de la achicoria terrícola.
Recibe este nombre por ser su néctar el manjar preferido de los cuchibríes, que se vuelven más y más azulados por efecto de los pigmentos que esta planta contiene. Además, igual que sus comensales, la achibrinia es capaz de subsistir tanto dentro como fuera del agua.