El silvanio arbóreo es el solícito pastor platóniko de todo aquello que a partir de la tierra brota y se ramifica.
Atento aliado de árboles y arbustos, ramas y frutos del bosque, de las orejas puntiagudas del silvanio arbóreo crecen tallos leñosos, semillas y hojas que cambian de color según la estación; un frondoso tocado que puede tomar las formas arborescentes más diversas en función del entorno: por ejemplo, podemos encontrar silvanios-abedul, silvanios-ginkgo, silvanios-madreselva o silvanios-roble, siendo éstos últimos el escondite perfecto de las abellotas platónikas.