Seleccionar página

Al ver la película «¿Y tú qué sabes?», me impactó especialmente el estudio realizado por Masaru Emoto. Las más de 10.000 fotografías de muestras de agua tomadas por este experto japonés demuestran que los pensamientos, la voz y las emociones humanas pueden alterar la estructura molecular del agua. Según sus propias palabras, «el agua no sólo almacena información sino también sentimientos y conciencia, reaccionando a cualquier mensaje». El agua está viva y responde a nuestras ideas, a nuestras palabras, a nuestra música. Una teoría muy interesante, si tenemos en cuenta que el 70% de nuestros cuerpos -y el mismo porcentaje del planeta en el que vivimos- es agua.

La cuestión que se nos plantea en la película es: «Si nuestros pensamientos pueden hacerle eso al agua ¿qué podrán hacernos nuestros pensamientos a nosotros?».

Pin It on Pinterest